lunes, 17 de diciembre de 2007

brilliant disguise

Me miro en las puertas del metro y me río de la cara de femme fatal que me sale a veces, no sé bien de dónde ni por qué.

So tell me what I see
when I look in your eyes
Is that you baby
or just a brilliant disguise...


Es mi brilliant disguise. A ver quién me adivina.

jueves, 6 de diciembre de 2007

y lo que no se dice

Me van cayendo las lágrimas, pesadas, muy densas, algo así como mercurio. Encesto los pañuelos de papel en la papelera, uno tras otro. No, es que no sé quién soy. Es que de repente me he hecho piezas de puzzle y no me consigo encajar. Pero pienso en una canción y al segundo suena en la radio. Me viene una cara a la mente y al segundo no puedo respirar. Piezas...esta va abajo, a la izquierda, a la derecha...esto es cara, es piel, el cuello, el ombligo, la espalda, el pubis, piernas...y las esquinas y los bordes...

...pero en un puzzle, lo más difícil es siempre llegar al centro. Poner la última pieza. Que todo encaje.

cuando acabas de cumplir los 23

"Ardían las noches en aquel Madrid del verano de 1974. Aunque lo más probable es que las noches siempre ardan cuando uno acaba de cumplir los veintitrés años."

Que así sea

domingo, 25 de noviembre de 2007

por vosotras

A las hermanas Mirabal las asesinó el régimen de Trujillo un 25 de noviembre en una carretera de República Dominicana. Asesinadas por una idea, por no callarse, por mover a los demás a que tampoco callaran. Unos cuantos años después se eligió precisamente este día para conmemorar todas las muertes y todo el sufrimiento de todas las mujeres por una idea. No más patriarcado, no más sometimiento, no más dependencia, no más golpes.

Pero cuántos días hay que cargar con la rabia de escuchar, de enterarse, de ver...Sólo queda hacer, indignarse, entender qué, por qué, gritar, escribir, leer, escuchar, ayudar, no tolerar, no ser cómplice, revelarse...

Andando por el malecón de Santo Domingo llegué a un obelisco, el obelisco de las Mirabal. Y pensé en ellas, y en tantas pequeñas mirabales que hay y ha habido por el mundo.

Por vosotras y por todas las demás. No seréis en vano, lo prometemos.

jueves, 22 de noviembre de 2007

sin parar de sonreir



La casa quedó llena de confeti, caramelos y gominolas. El salón, los baños, mi habitación, el ascensor, el portal...Yo no podía parar de sonreír y saltar y acercarme a la gente para abrazarla. De esos momentos que sin duda recuerdas como muy felices.

Y la tarta blanca y riquísima...y yo soplando las velas con el número 23 mientras pedía un deseo...

viernes, 16 de noviembre de 2007

23

Nací en Madrid, a las 11 y 11 del mes 11 de un día como hoy hace 23 años.

Me costó salir, pero al final mi madre y yo lo conseguimos, no sin esfuerzo. Tengo que decir que fui una llorona, vamos, como ahora. Los primeros 5 años los pasé en el minipiso madrileño en el que vivían mis padres veinteañeros: mi habitación era la de los libros, la música y la cria. Por eso he acabado así, qué le voy a hacer. Después nos fuimos a una ciudad pequeña y ya los libros, la música y yo tuvimos habitaciones propias, aunque nos gustaba dormir juntos. Pero tengo la sensación, o casi la certeza, de que, desde pequeña, ya supe que yo quería volver a esa ciudad de la que había salido: Madrid y periodismo eran las palabras clave. Y aquí estoy.

Sí, hoy cumplo 23. Y me encanta. Es el primer día de frío, porque siempre hace frío en mi cumpleaños; siempre hace ese sol de noviembre que me da en la cara mientras sonrío por las calles del centro, recordando que hoy es 17. Recordando que exactamente hoy hace 23 años conseguí abrirme paso y lanzar mi primer llanto. Sabiendo que hoy también vuelvo a nacer.

Poder tener cerca, o simplemente tener, hoy a la gente que quiero y que sé que está a mi lado, más lejos o más cerca, y saber que podemos contar, no hasta dos ni hasta tres, sino contar...es, de verdad, el mejor regalo.

Por eso, gracias a la vida que me ha dado tanto

jueves, 15 de noviembre de 2007

besos de calles/calles de besos

Andando las calles/trenes/pedazos/las luces/distintas/paredes/al cielo/besando la vida/violeta

miércoles, 14 de noviembre de 2007

graham

Su dolor hería mi propio dolor: volvíamos a revivir otra vez la vieja rutina de herirnos el uno al otro. ¡Ojalá se pudiera amar sin herir!...La fidelidad no es suficiente, yo había sido fiel a Anne, y sin embargo la había herido. La herida se produce por el acto de la posesión, somos demasiado pequeños en cuerpo y espíritu para poseer a otra persona sin orgullo o para ser poseídos sin humillación. En cierta forma, estaba contento de que me atacara otra vez...había olvidado su dolor durante demasiado tiempo, y esta era la única clase de recompensa que yo le podía dar. Siempre, en todos sitios, hay alguna voz que solloza desde una torre.

martes, 6 de noviembre de 2007

revolcada entre la espuma

Entonces veo el mar.

Después de una hora en coche llegamos a un pueblo de casas con fachadas de colores y calles estrechas que bajan hasta la playa. Creo que sonrío y me siento en la orilla: estoy enfrente del mar y todo está brillante y lleno de sol. Así parece que todo se cure o, al menos, que todo importe muy poco. Todo se deshace aquí, a la orilla del Mediterráno y su azul eléctrico. Y yo, eléctrica, me quito la ropa y me baño en el agua fría de noviembre del mar eléctrico. Después, en la arena, mi cuerpo tendido al sol, cumplo con mi ritual de playa: lamer la piel salada después del mar para notar la sal en mi boca.

Como hacen las gatas, antes de seguir vagando por los tejados.

jueves, 1 de noviembre de 2007

el primer día mi otoño

De repente siento un latigazo de gusto. Ya es noviembre y yo, la burning woman que se va a follar a esta ciudad, galopando.

El último día del verano lancé mis vestidos por la borda del viento. Hoy,el primer día del otoño, de mi otoño, la vida me ha lanzado hacia delante, una vez más, otra vez más. Hoy no subo a una azotea, hoy subo al tren de mi presente continuo, cargada de equipaje: mis 7 vidas, las corazas rotas del pasado, las palabras que me encienden, las mujeres que amo y me fortalecen, los ecos del futuro, mis pedazos afilados, la sonrisa de medio lado, mi cuerpo desnudo y blanco y húmedo...

Y nadie nunca podrá decir que no enseñé los últimos ases de mi manga. Me gusta jugar las partidas hasta el final, me gusta ganar o saber perder y cambiar de juego.

Porque es el primer día de mi otoño y eso, lo cambia todo.

martes, 30 de octubre de 2007

burning woman

Quiero mi hueco. Hundirme en tu cuello. Sentir calor cuando duermo.

Encontrarte entre la gente y mirarte a la cara. Las pieles blancas entre las sábanas.

Pasarnos la vida con la boca. Vivir entre palabras.

Porque quiero envolverlo todo de papel rojo y suave. Jugar a los gatos. No puedo evitarlo.

No hablo del pasado, hablo de un puñado de futuro para rozarme los labios.

(Sé que quemo, pero al menos sabes que nunca te faltaría el fuego)

sábado, 27 de octubre de 2007

Sylvia

Felicidades, Sylvia. Puede que aún vivieras, y entonces yo hubiera hecho un viaje, puede que a Londes o Boston o a donde quiera que fuera que vivieras ahora, para verte. Para poder sentarme delante de ti y hablar de libros y de poemas y de chicas que llegan a ciudades grandes cargadas de sueños y de ganas de escribir. Para hablar de nuestros veranos en revistas, de mentes que no pueden parar, de las heridas más profundas. Pero sobre todo, iría para darte las gracias. Aunque quién sabe, puede que si ahora estuvieras viva no hubieras escrito como escribiste.

Me gusta saber que pisaste esta ciudad, que paseaste por el centro y te deslumbraste de luz y de ruido. A veces, cuando estudio, me pongo esos poemas tuyos que tengo leídos por ti. Y cuántas veces, buscando alivio, he abierto tu libro por cualquier página y me he dormido repitiendo uno de tus versos. Para mí, es una de las cosas más misteriosas y hermosas: esta unión que siento contigo, a pesar del tiempo y el espacio.

Sí, puede que aún vivieras, tú decidiste no hacerlo y quién soy yo para decir nada. Además, sé que hay inviernos a los que no se sobrevive.

jueves, 25 de octubre de 2007

hasta que no pueda más

Hoy es una de esas noches de fiebre de palabras que apuro hasta que no puedo más. La luna está enorme, yo estoy enorme. Blancas y radiantes, ocultas. Las páginas me hacen sangre. La luna me hace sangre. No puedo hacer nada que no sea dejarme ir. Es como un placer que me duele o un dolor que me hace disfrutar.

Tiemblo en las noches de fiebre.

lunes, 22 de octubre de 2007

multiplicación

y en las sábanas caídas hay un cuerpo sumado a otro cuerpo y bailan la danza terrible del deseo

y al despertar nada parece haber cambiado excepto todo

y cuando llega el momento, cuando al fin llega el momento en que se miran frente a frente, sin luces apagadas ni sábanas caídas ni sumas de por medio, entonces da vértigo

y como todo ha cambiado excepto nada, la ciudad se encarga de volver a sumarles y restarles

en una multiplicación que es infinita

martes, 9 de octubre de 2007

rotuladores

Me hubiera gustado que hoy vieras mis dedos manchados de rotulador.

He acompañado a Patti Smith a urgencias. Nos hemos deprimido. La jodida luz artificial de los tubos blancos, las sillas llenas, la sensación de que la tia de al lado iba a vomitarme encima en cualquier momento...Nos hemos ido sin que nos atendieran. No sé si nos hubieran dado algo para la garganta o una receta de prozac.

Luego me he recorrido un trozo de ciudad y me he sentado a beberme algo bueno. Con un libro, claro. Necesitaba parar un poco para buscarme. El otro día me dije que nunca deja de sorprenderme mi capacidad para hundirme. Esta tarde, mirando por el cristal, he pensado que aún me soprende más mi capacidad para levantarme, mirar hacia delante y lamerme las heridas yo solita. Aunque nada sale gratis...

Después de la ducha, las manchas de rotulador han desaparecido. Y mira que son difíciles de quitar.

lunes, 8 de octubre de 2007

con mi cara de perra herida

Con mi cara de perra herida. Así me he visto en el espejo. Podría mentir, hoy podría mentir. Decir que no me importa, mirar para otro lado, susurrarme pequeñas mentiras antes de acostarme. Pero me he hecho un favor a mí misma y con mi cara de perra herida me he mirado cara a cara y me he dicho unas cuantas verdades.

Ninguna canción me convence esta noche. No más promesas, por favor. Hoy se me mezclan las palabras, los poemas, las fotografías, no sé si fue ayer, hace una semana, seis meses, dos años o esta tarde. Esta noche no sé dónde están las cicatrices, sólo sé que están. No sé si es porque aún lloro cuando recuerdo el día en que me fui de tu casa corriendo, porque me hartan los babosos o porque se me dan mal los ojos azules que me importan.

Pero hay unos trozos de papel que juntos encajan como un puzle. Hay un poema en inglés escrito a boli negro...y lloro con mi cara de perra herida, exactamente igual que entonces.

sábado, 22 de septiembre de 2007

el último día del verano

Es el último día del verano. Por eso, voy a subirme a la azotea del edificio más alto a tirar mis vestidos por la borda del viento. Porque así es el final del verano de E. Greenwood en la ciudad. Lo que venga después qué importa. O sí importa, pero hoy voy a hacer como si nada. Hoy voy a emborracharme y a llorar por los vodkas de este verano, por los coches de los que me he bajado, por los renglones escritos, por la ciudad medio vacía cuando los domingos me iba a tomar el sol a cualquier parte, por los besos medio vacíos de la ciudad medio vacía del verano, por las veces que no te he visto o por la intuición que tuve al verte...

Es el último día del verano, por eso, voy a subirme a la azotea a lanzar mis vestidos hechos jirones. Lo que venga después o lo que vino antes...

domingo, 9 de septiembre de 2007

'I think I may be enormous'

A las 3 (porque no me gusta decir las 15:00). Me he dado cuenta de que estaba dando vueltas por la casa sin ningún sentido. Así que he empezado a echar cosas a la sartén. Algo saldrá, he pensado.


Pero, de qué nos reíamos anoche. Creo que de otra noche. Y llamamos por teléfono a Alice Manfred a las 7 de la mañana para comprobar que no se hubiera quedado dormida agarrada a alguna farola de la plaza mayor. Luego, un vaso de chocolate, o más bien algo parecido.

Me da miedo la enormidad, donde nadie oye mi voz. Y yo mientras mirándome al espejo desnuda, buscando.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Cosmic Dinner

He almorzado en mi Cosmic Dinner particular. No es Brooklyn, es... mi Brooklyn particular. Me lleno el estómago. Me bebo el café mirando hacia delante. Intento mantener los ojos fijos en un punto, un punto cerca del presente. En la mesa de al lado la típica persona que no puede dejar de quejarse por todo.

Mucho más tarde, pasado el día, cuando me encierro en mi hueco, después de la ciudad, me quedo pensando un buen rato encima de la cama. Creo que esta semana segrego más adrenalina de la habitual. Por otra parte, siento una pena tremenda cuando pienso en el pobre tiburón muerto. Retorciéndose mientras lo sacaban del agua entre tanta gente y ahora muerto. Así que este verano queda bautizado...

Es el verano que asesinaron al escualo.

lunes, 20 de agosto de 2007

confianza


Confianza, esa palabra intangible que me hace pisar tierra firme y creer....de vez en cuando. Prefiero no infravalorar las palabras que me permiten creer.Tampoco me gusta menospreciar la confianza de los demás: depositarla es decir, ahí va, una parte de mi o yo entera.

¿Acaso no es suficiente?

miércoles, 15 de agosto de 2007

ciudad a medias

Sí, de la nada sólo se puede disfrutar a veces. Una ciudad a medias, todo está más tranquilo.

Cada día me pregunto qué, quién,cómo, dónde, por qué...así que algunas noches dejo de hacerme preguntas. Algunas noches intento ser cuerpo, un prisma con vértices que apretar y rincones donde buscar.

A cambio sólo espero lo mismo que ofrezco.

martes, 31 de julio de 2007

De Madrid al cielo

Y yo aquí estoy. De Madrid al cielo.

Cuando voy en el autobús camino a la redacción, se me aparece de repente la Gran Vía asomada a la izquierda. Y los edificios altos recortados contra el cielo, brillantes, elegantes, me hacen sonreír de medio lado. Sin duda, aquí la luz es diferente. Avanzamos hacia arriba, navegando por
la columna vertebral de la ciudad: corrientes hacia el norte, corrientes hacia el sur, hacia el este, hacia el oeste...hacia todos los lugares posibles. Porque aquí hay cientos de puntos cardinales y millones de deseos.

Porque cada centímetro de esta ciudad me salva y me cura. Me libra.

jueves, 26 de julio de 2007

sencillamente

Nunca se me ha dado bien renunciar. Sencillamente.

sábado, 21 de julio de 2007

Intoxicación

Una intoxicación: la fiesta de la noche anterior. Y de repente estaba en el baño, vomitando y mareada, maldiciendo el vodka siete y pidiendo ayuda a Polly la Marmota. Ah sí, a las 6 ya estábamos en el coche y paramos a comprar patatas fritas. A lo mejor fueron las patatas fritas... Al día siguiente, Alice Manfred me tumbó en su cama, me puso dos almohadas y me hizo sopa de arroz. La vomité, pero se lo agradezco.

jueves, 12 de julio de 2007

el bikini amarillo del año pasado

Duermo, unos días mejor que otros, con la ventana un poco abierta y un libro siempre cerca. Cuando voy a la revista paso por una calle llena de tiendas. Siempre me fijo en el escaparate que tiene bañadores y bikinis pero este verano no toca. No, este verano no toca, no merece la pena un bikini nuevo para unos cuantos días de piscina y alguno de playa. Este es un verano nuevo, habla de otras cosas.

Además me queda mi bikini amarillo del año pasado y aquél que era negro con flores blancas...

domingo, 8 de julio de 2007

Hemingway

Por estas fechas, siempre hay algún día en que maldigo a Hemingway. Por eso de perseguir a toros por las calles y que parezca tan guay y tan internacional.

Yo prefiero a Lillian Hellman.

viernes, 22 de junio de 2007

Detrás de mí


Anne Herf también acaba...y empieza.

Los tecleos incesantes, la máquina de café, la impresora que sólo funciona a golpes, la cara amargada de la jefa, el que sale en la tele, mi compañero de mesa que me trae pasteles, la lucha por el aire acondicionado...queda atrás. Detrás de mí.

Las clases llenas de aprendices de reporteros, de periódicos por el suelo, las fugas al cesped, a la cafetería, susurros en un examen...tambíén están ya detrás de mí.

A veces es difícil no ser melancólica. El pasado está lejos, lo que era el futuro tiene ya cara de presente...y me mira a los ojos como retándome. Cantan sunday, bloody sunday no sé dónde.

-¿Estás preparada?
- Sí, claro

El verano que asesinaron a los Rosenberg


Comienzos y finales. Finales y comienzos.

Llega el verano, el verano en la ciudad para Anne Greenwood. Este no es el verano que asesinaron a los Rosenberg, pero de alguna extraña manera se parece. El asfalto de las calles quemará mientras escribimos para una revista, vamos a fiestas con trajes bonitos, quedamos con chicos y pedimos un vodka siete. Y alguno de esos días pensaré en mi juventud, en lo que quiero, en si tengo insomnio, en quien me rodea, en mis heridas...mientras miro a los edificios altos, deslumbrada por una ciudad grande y una vida enorme.

De alguna extraña manera se parece, pero este no es el verano que asesinaron a los Rosenberg.

martes, 19 de junio de 2007

Mi mosquito favorito


Me hice amiga de un mosquito, uno de verdad, de esos negros y grandotes. Cada vez que iba a la ducha, ahí estaba él, esperándome en una pared. Al principio no me hacía mucha gracia, pero le fui cogiendo cariño. El mosquito amigo necesitaba un nombre, así que le puse Manolo. El mosquito Manolo me esperaba cada día en la pared, creo que me sonreía y todo. A veces se acercaba demasiado al chorro del agua y entonces yo tenía que dar manotazos al aire para apartarlo. Una noche me lo encontré en mi habitación: me echaba de menos. Nos hicimos buenos amigos. Tenía cerebro de mosquito, sí, pero peor es no ser un mosquito y tener cerebro de mosquito.

Esta mañana en el baño vi a Manolo en la bañera. Estaba patas arriba y tenía mala pinta. El pobre estaba muerto. Ya le dije muchas veces que se acercaba demasiado al agua. O puede que simplemente llegara su hora. En cualquier caso, descanse en paz el mosquito Manolo.

jueves, 14 de junio de 2007

Claro


Me acosté recordando un poema. Una vez dijo amor. Se poblaron sus labios de ceniza. Porque pensé en la distancia que separa y en lo complicado que es querer saber qué pasa por la cabeza o por la piel de otra persona. Soledad, libertad, dos palabras que suelen apoyarse en los hombros heridos del viajero. En los viajes que emprendemos, tantas veces heridos. Y en todo lo que hay detrás de las palabras y de los silencios.La luz se queda siempre detrás de una ventana. Al otro lado de la puerta suele escuchar los pasos de la noche. Como la quietud que había en mi habitación cuando me acosté.

Sabe que le resulta necesario aprender a vivir en otra edad, en otro amor, en otro tiempo... Claro, pensé, y entonces recordé el último verso... tiempo de habitaciones separadas. Claro.

martes, 12 de junio de 2007

y es que a veces...

Un salto.

Me senté delante de su mesa, así, con decisión. Estaba tranquila, sorprendida de mí misma. Las mesas estaban llenas de personas tecleando que me miraban más o menos de reojo. Preguntas. Respuestas. Bajé por el ascensor con una mueca parecida a una media sonrisa. Había salido bien y lo sabía.

Y es que a veces la vida me lanza hacia delante.

domingo, 10 de junio de 2007

valorar


El valor de una cosa crece con la escasez y con la rareza.

sábado, 9 de junio de 2007

Sus ojos

Sus ojos son los míos.

Dos periodistas asesinadas en Afganistán, aunque las "advertencias" se extienden sobre muchas más. Mientras, en Palestina, amenazan con degollar a las periodistas que no lleven velo.

Pero siguen. Siguen empeñadas en jugarse la vida por sus ideas. Y yo las admiro. Me inspiran un profundo respeto. No salen en los titulares de los telediarios y apenas sabemos de ellas, aunque probablemente su vida dependa de eso. Sí, probablemente su vida dependa de que sus historias se conozcan, se griten, de que nos escandalicemos, de que veamos su imagen. Hay que contar su historia.

Porque sus ojos deberían ser los nuestros.

miércoles, 6 de junio de 2007

Fresas


No lo entiendes. Tenía preparada una sorpresa. Tenía listas las palabras, el regalo, el papel para envolver, las lágrimas y todas esas cosas sentimentales. Iba a ser como la primera cereza del verano...


Pero ahora hay fresas en la cocina.

martes, 5 de junio de 2007

Sed

Miro hacia el final de la calle y veo el cielo casi rosa.

Hoy quiero estar sola. Quiero estar sola y a oscuras. Pensar en lo que quiera. Olvidar lo que pueda. Concentrarme en las palabras perfectas. Lamerme las heridas. No dejar que nadie se acerque.

Tengo sed...y no sé bien de qué.

O sí.

domingo, 3 de junio de 2007

Sex and the city

Una mesa para cuatro. Mucha comida y demasiado alcohol.

Alice Manfred fue la primera en llegar. Me esperaba en la barra bebiendo un margarita. Patti Smith y Polly la Marmota llegaron más tarde. Ya sabes, aparcar en la ciudad es complicado. Para entonces, Alice y yo habíamos acabado nuestros margaritas. Después, vinieron otros tantos.

Polly la Marmota vomitó a las dos de la mañana. Creemos que Patti Smith vomitó sobre las nueve de la mañana, aunque en realidad no sabemos la hora exacta, nuestro estado era de semi inconsciencia. Y finalmente, yo, Anne Herf, vomité a la una de la tarde, minuto arriba, minuto abajo. Hoy, Alice Manfred se rie de todas nosotras. Jodida Alice.


Al menos, yo llevaba zapatos de repuesto en el bolso.

miércoles, 30 de mayo de 2007

La línea

Sí.

Hay una delgada línea que separa las cosas. La línea es frágil, fina, prácticamente imperceptible, pero capaz de separar, de poner orden. Cuando la línea ocupa su sitio hay claridad. Cuando la línea se rompe, tú la rompes, alguien la rompe, es traspasada, todo queda patas arriba. Al menos por un tiempo. Porque hay que volver a recomponer las partes y buscar un lugar para la línea.

Creo que es entonces cuando se cuelan los años luz. Cuando la línea ha cambiado y las piezas del puzzle tienen que volver a encajar. Están ahí para avisarte de que traspasarlos es difícil: puedes acabar con quemaduras. Por eso, sólo algunas cosas merecen la pena.

martes, 29 de mayo de 2007

Años luz

¿No te has sentido alguna vez a años luz de alguien?

Sí, esa sensación de estar cerca pero lejos de alguien. Es angustioso. Un metro, medio metro, unos centímetros...pero años luz en medio. Y caen sobre ti, sobre tus hombros, y pesan. Deslumbran.

No sé bien qué tiene que pasar para acabar con los años luz. No sé tampoco si es inevitable que a veces se entrometan en nuestros asuntos. Puede que en algunas ocasiones seamos nosotras mismas las que dejemos pasar a los años luz. Sin querer o queriendo, el caso es que a veces nos alejamos o hacemos que los demás se alejen.

Y creo que lo peor es estar cerca pero lejos. Muchos años luz debe haber en medio para que algo así suceda.

domingo, 27 de mayo de 2007

Gracias

Cuando voy de camino al colegio para votar, cuando voy a introducir los sobres por la ranura de las urnas, me paro a pensar. Pienso en todas las mujeres que vinieron antes y que lucharon para que yo hoy pueda votar. Muchas se quedaron sin el apoyo de su familia, fueron detenidas, insultadas, agredidas y algunas también, murieron. Como Gertrude. Gertrude iba a las manifestaciones de Londres para pedir el derecho al voto para las mujeres. A Gertrude se la llevaron presa en una de esas protestas. A Gertrude, como a las demás, le negaron la condición de "presa política", aunque lo fueran. Gertrude, como muchas otras presas, hizo huelga de hambre para protestar. A Gertrude, como a las demás que hicieron la huelga, las alimentaron forzosamente. No querían muertes que avivaran aún más la lucha de las mujeres así que las movilizaban mientras les metían un tubo por la garganta. Pero ya sabes, laringe, esófago, cuerdas vocales... todo está muy cerca ahí dentro y un día el tubo se equivocó de camino y lo que tenía que ir al estómago fue a los pulmones. Gertrude murió. No fue la única. Fue una más. Hubo muchas otras que lucharon: Emmeline, Christabel, Elizabeth... y como apenas tienen hueco en los libros convencionales, al menos, pienso, que lo tengan en nuestras mentes.

Así que cuando enseño el DNI, meto las papeletas y salgo a la calle,pienso: gracias.

viernes, 25 de mayo de 2007

In-som-nio



A las cuatro de la mañana, la señorita Patti Smith y yo nos pusimos a buscar fórmulas para dormir. A mí me entró la risa floja. Patti Smith me mandaba callar, pero cuánto más lo hacía, más fuerte me reía. Yo quería coger la botella de tequila, pero Patti Smith prefería las hierbas. Además, ya no quedaba tequila. Habíamos llorado un poco. Yo iba en bragas por la casa y Patti Smith revisaba ropa interior ajena. Aullamos un rato.




jueves, 24 de mayo de 2007

también yo

Esta también es mi campana.

Heridos graves y leves, muertos. Analgésicos para el dolor esconden miserias pesonales a las que preferimos no enfrentarnos. Me vienen las ganas de vomitar cuando pienso en toda esa hipocresía.

Gritaría tantas cosas...

flood


"the blood flood is the flood of love"

decía Sylvia Plath y yo siento exactamente lo mismo.

A veces la vida duele, te enreda y no sabes qué hacer. A veces el amor es dolor o el dolor amor. O a lo mejor es que están hechos de la misma materia. Cuando quema, la vida remonta la sangre. Quedas exhausta. Pero puede ser bueno. Es bueno. Es necesario. Somos así.

A veces hay que levantar un poco la campana de cristal para dejar que entre un poco de aire fresco...

mi campana

vemos la vida desde nuestra campana de cristal
esta es la mía