miércoles, 30 de mayo de 2007

La línea

Sí.

Hay una delgada línea que separa las cosas. La línea es frágil, fina, prácticamente imperceptible, pero capaz de separar, de poner orden. Cuando la línea ocupa su sitio hay claridad. Cuando la línea se rompe, tú la rompes, alguien la rompe, es traspasada, todo queda patas arriba. Al menos por un tiempo. Porque hay que volver a recomponer las partes y buscar un lugar para la línea.

Creo que es entonces cuando se cuelan los años luz. Cuando la línea ha cambiado y las piezas del puzzle tienen que volver a encajar. Están ahí para avisarte de que traspasarlos es difícil: puedes acabar con quemaduras. Por eso, sólo algunas cosas merecen la pena.

No hay comentarios: