Hoy es una de esas noches de fiebre de palabras que apuro hasta que no puedo más. La luna está enorme, yo estoy enorme. Blancas y radiantes, ocultas. Las páginas me hacen sangre. La luna me hace sangre. No puedo hacer nada que no sea dejarme ir. Es como un placer que me duele o un dolor que me hace disfrutar.
Tiemblo en las noches de fiebre.
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