lunes, 28 de abril de 2008

la chica de ayer

Sonaba la canción y yo me bebía una cerveza. La cuarta o quinta, no lo sé, pero era suficiente para ir sonriendo a todo aquel con el que me cruzaba. Y él también me sonrió a mí, detrás de la barra. Sé que sueles venir los sábados y que siempre llevas falda corta, esta es la última canción y mi último día aquí, así que deja que te invite a algo.

Siempre me resulta extraña, pero sumamente agradable, la sensación de tener a alguien delante que trata de seducirme mientras yo ya sé la respuesta...Porque mientras me tomo esa cerveza yo ya sé que acabaremos rodando. Y rodando. Y me muero de cosquillas.

Era perfecto. Teníamos el bar, la canción, las calles mojadas, la chica atormentada que juega con el chico...Al día siguiente la luz de la mañana entró en la habitación

Y así fue como me convertí en la chica de ayer.