miércoles, 29 de octubre de 2008

el suelo de mi cocina

La vida quita…y da. Teje y entreteje sus caminos de colores. Y los hilos al final son madejas que ruedan entre las patas de los gatos. Se enredan los días, se mueven para dar y quitar y volver a quitarte y a dar.

Son los azulejos de mi cocina, amarillos y blancos.
Siempre me han gustado.
Ahora que el otoño me besa en la boca, más.