jueves, 28 de agosto de 2008

brindemos...

Bebimos. Mirando a la calle azul, sin noción de tiempo. Bebí palabras, bebí lágrimas, calles, risas, luces...Y no había más que un poco de oscuridad y un lugar muy alto desde el que observar la vida.

Sólo Anne y Anne. A solas con la solitaria sensación de existir en un mundo que no comprendes ni te comprende. Nunca. Sabiendo que, a pesar de eso, o precisamente por eso, hay cientos de cosas que me remueven la existencia y disparan mis sentidos hacia arriba, hacia el cielo.

Es el tipo de momentos en el que nacen las resurrecciones. Así que bebimos y brindamos...

"Brindemos por el amor y sus fracasos,
quizás podamos escoger nuestra derrota"