jueves, 22 de noviembre de 2007

sin parar de sonreir



La casa quedó llena de confeti, caramelos y gominolas. El salón, los baños, mi habitación, el ascensor, el portal...Yo no podía parar de sonreír y saltar y acercarme a la gente para abrazarla. De esos momentos que sin duda recuerdas como muy felices.

Y la tarta blanca y riquísima...y yo soplando las velas con el número 23 mientras pedía un deseo...

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