
La casa quedó llena de confeti, caramelos y gominolas. El salón, los baños, mi habitación, el ascensor, el portal...Yo no podía parar de sonreír y saltar y acercarme a la gente para abrazarla. De esos momentos que sin duda recuerdas como muy felices.
Y la tarta blanca y riquísima...y yo soplando las velas con el número 23 mientras pedía un deseo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario